Para desestresarnos un poquito del trabajo hemos estado unos días en Roquetas de Mar.
Las playas son muy amplias pero no son de arena fina sino de piedra pequeña, aún así está muy bien, no se te pega la arena al cuerpo como en las otras playas.
Hemos tenido una temperatura de 22 a 30 grados, viento de 30 kilómetros por hora y bandera amarilla.
Nos alojamos en el hotel Don Ángel que está en primera línea de playa. Cuando llegamos me sentí un poco decepcionada, es un hotel de cuatro estrellas pero al entrar en la habitación veo que huele un poco a viejo, el baño tiene poca luz, dos focos en el techo pero cuando te miras en el espejo te hace sombra y no te puedes ver bien. Aunque la tapa del váter es de piedra donde te sientas es de plástico. Las sábanas limpias, con buen olor, bien planchadas pero hace tiempo que perdieron el blanco ariel. El colchón de muelles.
El hotel tiene una piscina no muy grande, abre a las diez un poco tarde para mi gusto. Aunque el hotel está en primera línea de playa no tiene acceso directo a la misma desde la piscina.
Después de ver lo negativo intento ver lo positivo para disfrutar de nuestras vacaciones de relax. Si vas a primera hora a la piscina puedes conseguir tumbona y si vas a medio día también ya que la gente deja la piscina para ir al comedor que lo abren a las dos y el hotel no deja reservar las tumbonas dejando las toallas. La habitación tiene una terraza bastante grande y tiene vista lateral al mar, dos sillas y una mesa. El personal es atento, muy amable y si quieres tomar algo en la piscina lo pides en el bar y te lo llevan a la tumbona. Si te falta gel o champú te lo suben a la habitación.
El hotel está en una zona muy tranquila, no se si por esto o por que es septiembre la playa estaba casi desierta. No tuvimos problema para elegir sitio y aunque había viento no era una molestia para que estuvieramos allí, si la playa hubiese sido de arena fina tal vez si.
No hay muchos chiringuitos en esta zona, junto al hotel uno de helados, al salir del hotel en el paseo de la playa a la izquierda un chiringuito de tapas y si sales hacia la derecha tienes que caminar durante veinte minutos y llegar al puerto donde hay muchos chiringuitos, bares y pubs.
Tampoco hay tiendas por esta zona, si sales del hotel hacia la izquierda y caminas durante 10-15 minutos puedes encontrar un restaurante chino, un kebab, alguna cafetería y un mercadona.
Si vas en coche, a cinco minutos del hotel hay un centro comercial muy grande, con un erosky y todo tipo de tiendas y restaurantes.
Hemos pagado una habitación con media pensión es decir desayuno y cena tipo buffet. Nos han dado un par de tarjetas y al entrar al comedor nos tachaban los servicios consumidos.
Había una zona de postres y frutas, otra de platos calientes, otra de ensaladas y el show cooking donde preparaban carne o pescado a la plancha o tortitas si era para el desayuno. En la cena la bebida la hemos pagado a parte.
Cuando terminaba el horario de la cena en el bar del hotel había baile para los mayores, pasodobles y cosas por el estilo, la otra noche escuché la canción de los pajaritos jejeje esto ha superado con creces al espectáculo de Tony Ben y su teclado cuando estuvimos en Tenerife.
Si te vas a dormir pronto es un problema porque desde las habitaciones se oye la música y eso que nosotros estábamos en la cuarta planta. Creo que se debe a que las habitaciones se distribuyen en un pasillo con forma de U ancha y en el pasillo hay unos "balcones" o "miradores" que dan a la recepción y a la entrada del bar. Creo que acaban pronto con la música pero no lo puedo asegurar porque yo siempre uso tapones para los oidos, bueno en general es un hotel tranquilo el resto del tiempo.
El día siete estuvimos toda la mañana en la playa y me convenció Ru para entrar al agua, en que hora, el entró bien aunque había mucha resaca y cuando rompían las olas lo hacían con fuerza. Yo intenté entrar y una ola me tiró de culo hacia la orilla, se me bajó el tirante del bikini y la parte de abajo se me llenó de piedras de la playa. Cuando volvimos a la habitación y fuí a la ducha aún me quedaban piedras en el culo jajaja. Esto me ha recordado cuando estuvimos en Orlando en el Typhoon Lagoon, me sentí como esa niña jejeje.
Las playas son muy amplias pero no son de arena fina sino de piedra pequeña, aún así está muy bien, no se te pega la arena al cuerpo como en las otras playas.
Hemos tenido una temperatura de 22 a 30 grados, viento de 30 kilómetros por hora y bandera amarilla.
Nos alojamos en el hotel Don Ángel que está en primera línea de playa. Cuando llegamos me sentí un poco decepcionada, es un hotel de cuatro estrellas pero al entrar en la habitación veo que huele un poco a viejo, el baño tiene poca luz, dos focos en el techo pero cuando te miras en el espejo te hace sombra y no te puedes ver bien. Aunque la tapa del váter es de piedra donde te sientas es de plástico. Las sábanas limpias, con buen olor, bien planchadas pero hace tiempo que perdieron el blanco ariel. El colchón de muelles.
El hotel tiene una piscina no muy grande, abre a las diez un poco tarde para mi gusto. Aunque el hotel está en primera línea de playa no tiene acceso directo a la misma desde la piscina.
Después de ver lo negativo intento ver lo positivo para disfrutar de nuestras vacaciones de relax. Si vas a primera hora a la piscina puedes conseguir tumbona y si vas a medio día también ya que la gente deja la piscina para ir al comedor que lo abren a las dos y el hotel no deja reservar las tumbonas dejando las toallas. La habitación tiene una terraza bastante grande y tiene vista lateral al mar, dos sillas y una mesa. El personal es atento, muy amable y si quieres tomar algo en la piscina lo pides en el bar y te lo llevan a la tumbona. Si te falta gel o champú te lo suben a la habitación.
El hotel está en una zona muy tranquila, no se si por esto o por que es septiembre la playa estaba casi desierta. No tuvimos problema para elegir sitio y aunque había viento no era una molestia para que estuvieramos allí, si la playa hubiese sido de arena fina tal vez si.
No hay muchos chiringuitos en esta zona, junto al hotel uno de helados, al salir del hotel en el paseo de la playa a la izquierda un chiringuito de tapas y si sales hacia la derecha tienes que caminar durante veinte minutos y llegar al puerto donde hay muchos chiringuitos, bares y pubs.
Tampoco hay tiendas por esta zona, si sales del hotel hacia la izquierda y caminas durante 10-15 minutos puedes encontrar un restaurante chino, un kebab, alguna cafetería y un mercadona.
Si vas en coche, a cinco minutos del hotel hay un centro comercial muy grande, con un erosky y todo tipo de tiendas y restaurantes.
Hemos pagado una habitación con media pensión es decir desayuno y cena tipo buffet. Nos han dado un par de tarjetas y al entrar al comedor nos tachaban los servicios consumidos.
Había una zona de postres y frutas, otra de platos calientes, otra de ensaladas y el show cooking donde preparaban carne o pescado a la plancha o tortitas si era para el desayuno. En la cena la bebida la hemos pagado a parte.
Cuando terminaba el horario de la cena en el bar del hotel había baile para los mayores, pasodobles y cosas por el estilo, la otra noche escuché la canción de los pajaritos jejeje esto ha superado con creces al espectáculo de Tony Ben y su teclado cuando estuvimos en Tenerife.
Si te vas a dormir pronto es un problema porque desde las habitaciones se oye la música y eso que nosotros estábamos en la cuarta planta. Creo que se debe a que las habitaciones se distribuyen en un pasillo con forma de U ancha y en el pasillo hay unos "balcones" o "miradores" que dan a la recepción y a la entrada del bar. Creo que acaban pronto con la música pero no lo puedo asegurar porque yo siempre uso tapones para los oidos, bueno en general es un hotel tranquilo el resto del tiempo.
El día siete estuvimos toda la mañana en la playa y me convenció Ru para entrar al agua, en que hora, el entró bien aunque había mucha resaca y cuando rompían las olas lo hacían con fuerza. Yo intenté entrar y una ola me tiró de culo hacia la orilla, se me bajó el tirante del bikini y la parte de abajo se me llenó de piedras de la playa. Cuando volvimos a la habitación y fuí a la ducha aún me quedaban piedras en el culo jajaja. Esto me ha recordado cuando estuvimos en Orlando en el Typhoon Lagoon, me sentí como esa niña jejeje.
De interés turístico hemos visto la plaza de toros que está a un par de manzanas del hotel, el faro del puerto y el castillo. Os dejo algunas fotos sacadas de la web del ayuntamiento de Roquetas de Mar, al que cito ya que las fotos tienen licencia Creative Commons, si quereis ver más fotos os he dejado el enlace.
No hay comentarios:
Publicar un comentario